Ya que estamos primaverales (casi veraniegos) os presento un proyecto de exterior. Desgraciadamente no llegó a realizarse pero como pasa muchas veces el trabajo ya estaba hecho, sólo quedaba construir.
El cliente era un anticuario con un taller de restauración. En la última planta del taller tenía el acceso a varias terrazas intercomunicadas en las que había hecho un cerramiento provisional para utilizarlo de almacén y al mismo tiempo en otra zona quería aprovecharla para usarla como lugar de ocio. Esto le llevó a ponerse en contacto con Victoria Baudín, una excelente paisajista que le planteó un proyecto muy atractivo para el lugar. El proyecto incluía un cerramiento que nos encargó desarrollar a la arquitecta Silvia Cuéllar y a mi.
Lo más interesante del proyecto fue colaborar con otros profesionales del sector, altamente cualificados, lo que lo convirtió en una experiencia muy gratificante y enriquecedora. Os dejo unas cuantas imágenes de la presentación del proyecto.