Todos los años el fabricante de sillería Andreu World organiza un concurso de diseño. Yo lo conocía hace bastantes años pero nunca me había decidido a presentarme porque o me enteraba demasiado tarde o demasiado pronto o me pillaba mal de tiempo…
Este año se me acabaron las excusas, la verdad, y aunque realmente me enteré tarde me propuse participar con lo que pudiese desarrollar en 15 días escasos. El resultado fue la silla DressMe, de la que podéis ver la maqueta a continuación.
La idea de la que parte esta silla viene del análisis del catálogo actual de Andreu World. Este fabricante trabaja mucho el mobiliario para contract, especializándose en mobiliario para restaurantes, hoteles, etc. aunque también es muy versátil en el mundo del mobiliario doméstico. Por eso mi propuesta se basa en un diseño sencillo que permite personalizar la silla según los ambientes en que se coloque y que a su vez busca la funcionalidad desde el punto de vista de facilitar la sustitución del tapizado rápidamente. Para ello se presenta una estructura de madera con cierto aire nórdico, según las tendencias actuales, con un montaje y una fabricación también bastante sencilla, casi sin herraje. El tapizado se presenta por medio de cojines independientes que pueden crearse en distintas formas y tejidos y que se sujetan a la silla con un sistema de gomas elásticas que se entrecruzan en el respaldo formando dibujos. Os adjunto algunas imágenes:
También habría una versión de «ceremonia» vestida con telas y lazos para celebraciones especiales.
Por último, os enseño las fotos del packaging que desarrollé para el envío de la maqueta y la documentación, que creo que es otro aspecto interesante a la hora de presentarte a un concurso de diseño. En el caso de la silla DressMe, incluso realizé un logotipo propio para este diseño para complementar la memoria y las etiquetas.
Aunque todo fue muy precipitado tengo que decir que me quedé contenta del resultado. No gané el concurso ni estuve entre los finalistas pero la experiencia mereció la pena. Tengo que decir además que la gente encargada del concurso en Andreu World son realmente amables y te facilitan todo lo que pueden hasta el último momento.
Por otro lado, os comentaré que mi conclusión final después de mi primera participación en un concurso de diseño es que hay que tener en cuenta que a lo mejor tus gustos o ideas no tienen nada que ver con los del jurado, como creo que me pasó en este caso al ver el diseño que se eligió. Yo utilicé la metodología de Design Thinking para llegar a un diseño funcional, personalizable y de fácil fabricación pero lo que sospecho que buscaba el jurado era un diseño original y en tendencia, independientemente de la funcionalidad o las posibilidades de fabricación. Ambas premisas son válidas pero orientan el diseño de maneras totalmente distintas. Quizá si hubiese tenido esto en cuenta, habría podido presentar algo más adecuado. Por otro lado, creo que si hubiese tenido más tiempo habría podido pulir un poco más el diseño para darle un aire más dulce y menos nórdico aunque creo que tampoco habría estado entre los finalistas por lo que comento, mis premisas de partida eran erróneas. Pero eso son reflexiones de diseñador a posteriori…